En su mensaje al Congreso a comienzos de 1937, el presidente Roosevelt expresó su deseo de aumentar la renta nacional a 90 o 100 mil millones de dólares, sin indicar, sin embargo, cómo lograrlo. Por sí mismo, ese programa era excesivamente modesto. En 1929, cuando había aproximadamente 2 millones de desocupados, la renta nacional alcanzó a 81 mil millones de dólares. Poniendo en movimiento las actuales fuerzas productivas, bastaría no sólo para realizar el programa de Roosevelt, sino para superarlo considerablemente. Las máquinas, las materias primas, los trabajadores, todo es aprovechable, para no mencionar las necesidades de la población. Si a pesar de ello el plan es irrealizable -y lo es- la única razón es el conflicto irreconciliable que se ha desarrollado entre la propiedad capitalista y la necesidad social de una producción creciente.
El famoso Control Nacional de
En consecuencia, para salvar a la sociedad no es necesario detener el desarrollo de la técnica, cerrar las fábricas, conceder premios a los agricultores para que saboteen a la agricultura, transformar a un tercio de los trabajadores en mendigos, ni llamar a los maníacos para que hagan de dictadores. Ninguna de estas medidas, que constituyen una burla horrible para los intereses de la sociedad, es necesaria. Lo que es indispensable y urgente es separar los medios de producción de sus actuales propietarios parásitos y organizar la sociedad de acuerdo con un plan racional. Entonces será realmente posible por primera vez curar a la sociedad de sus males. Todos los que sean capaces de trabajar deben encontrar un empleo. La jornada de trabajo debe disminuir gradualmente. Las necesidades de todos los miembros de la sociedad encontrarán la posibilidad de una satisfacción creciente. Las palabras “pobreza”, “crisis”, “explotación”, saldrán de circulación. La humanidad podrá cruzar finalmente el umbral de la verdadera humanidad.
0 comentarios to Capítulo19: Las posibilidades de producción y la propiedad privada
Publicar un comentario